Quiénes Somos: Saludo del Director

Es un honor dirigirme a ustedes como Director General de este colegio marianista, al que me unen lazos profundos como antiguo alumno y ahora como servidor comprometido con su misión. Tras más de un siglo de liderazgo religioso, tengo la responsabilidad y también la alegría, de convertirme en el primer director seglar de esta gran comunidad educativa.

Entiendo este momento no como una ruptura, sino como una evolución natural dentro de la misión compartida entre laicos y religiosos, que mantiene vivo y actual el carisma marianista.

Asumo esta nueva responsabilidad con ilusión y con la confianza de contar con equipos docentes y profesionales que destacan por su entrega y por su capacidad para acompañar a cada alumno en su proceso de crecimiento.
En el Colegio Nuestra Señora del Prado queremos formar personas íntegras, comprometidas, espirituales y comunitarias. Nos mueve un lema que inspira nuestro caminar: “Somos Marianistas”, una llamada a vivir y transmitir los valores del Evangelio en la vida cotidiana.

Sabemos que educar hoy supone grandes retos: el impacto del mundo digital, la necesidad de formar ciudadanos críticos y solidarios, y la exigencia de preparar a los jóvenes para un mundo globalizado sin perder la cercanía y el acompañamiento personal. Frente a estos desafíos, seguimos apostando por la innovación, por la mejora continua de la convivencia, por la formación del profesorado y por una educación personalizada que no deje a nadie atrás.

Quiero que nuestro colegio sea reconocido en Ciudad Real y en Castilla-La Mancha como un espacio alegre, abierto, cercano y exigente, donde en cada decisión que se toma, el alumno siempre se sitúa en el centro. Un colegio que eduque en la excelencia académica y humana, que enseñe a pensar con criterio propio, a vivir con responsabilidad y a compartir con generosidad.

A nuestros alumnos, mi mensaje es claro: confíen en ustedes mismos, trabajen con esfuerzo, aprovechen todas las oportunidades que les brinda el colegio y no olviden nunca que lo más valioso de este camino son las personas con las que lo comparten.
Les agradezco de corazón la confianza en nuestro proyecto educativo. Los invito a caminar juntos en esta apasionante tarea de formar a los hombres y mujeres del mañana, siempre con la mirada puesta en el futuro, y en los cimientos, los valores marianistas que nos identifican.